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¿Casa común o causa común?
Publicado por Raimon Obiols | 5 Septiembre, 2007
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El documento de “nueva estrategia política” que ha preparado Artur Mas es interesante. La prensa de hoy publica extractos que permiten hacerse una idea de por dónde van las propuestas de reorientación del líder de CDC. El diario Avui dice que el documento de trabajo “hace autocrítica respecto la política que ha seguido hasta ahora CiU, y se propone formular un proyecto nuevo que permita la reconciliación del catalanismo”. Y el Avui cita el documento, que propone “la articulación de un verdadero nuevo catalanismo, 150 años después de su primera formulación”. Yo habría ido más atrás, pero que el documento de Mas sitúe en 1857 como “fecha fundacional” es impreciso pero de buen augurio. Como han señalado Borja de Riquer, Pere Anguera y otros historiadores, definir las Bases de Manresa de 1892 como la primera formulación del catalanismo es un error habitual en el nacionalismo conservador; error no siempre inocente, en la medida que silencia las formulaciones catalanistas anteriores, sobre todo las de los republicanos federales. Más allá de este detalle, que nos interesa a bien pocos, la ambición del propósito de Mas (construir “un verdadero nuevo catalanismo”) es digno de atención, porque viene a añadirse a otras voces que, en los últimos tiempos, han reclamado un “nuevo comienzo” catalanista ante las nuevas situaciones y los nuevos retos.
Algunos han criticado ya los planteamientos del dirigente de Convergencia Democrática, diciendo que son tácticos. Que hay tacticismo en este documento es evidente. De orden defensivo, reactivo, en primer término: para dar algún tipo de respuesta al surgimiento de nuevos grupos “soberanistas” situados en la bisagra ERC-CiU; y también ofensivo, pensando en las próximas citas electorales. ¿Quien puede recriminar eso en un dirigente político? La obligación de un político es ganar (o al menos aspirar a ganar). Si no, como decía Raymond Aron, más vale que se dedique a otra cosa.
La cuestión que se plantea, entonces, es si en estos planteamientos de Mas sólo hay táctica. Yo creo que también hay alguna otra cosa, con aspectos positivos a los que hay que estar atentos y a los que hay que responder. De hecho, en el documento de Mas hay dos lógicas, simbólicas y políticas, que se entrecruzan y que son contradictorias (quizás antagónicas): la lógica de la “casa común”, de la “casa grande”, del “pal de paller“; y la lógica de la “causa común”, del catalanismo como amplio patrimonio colectivo, diverso, plural y transversal (y, por esta razón, de una tremenda eficacia).
La lógica de la “casa común” aparece resumida de manera brillante en la viñeta “Ninots” de Toni Batllori, en La Vanguardia de hoy. Se ve a Mas diciendo: “La idea es que CiU sea el núcleo de un refundado movimiento catalanista”. Un interlocutor anónimo le pide: “¿CiU “pal de paller” del catalanismo, cómo decía Pujol”?. Y Mas replica: “No, no; estamos abiertos a que haya otros pajares. Lo que se trata de conseguir es quedarnos nosotros con toda la paja”.
La lógica de la “causa común” implica, en cambio, aceptar los elementos comunes del catalanismo plural; implica asumir la victoria de los otros, no sólo aceptando el obligado imperativo de la alternancia democrática sino también renunciando a la tentación de la exclusión y el anatema nacional como arma táctica (que lamentablemente aparece todavía, aunque con una matización significativa, en las declaraciones de ayer de Mas: “Ahora Cataluña la lidera el españolismo, cosa que representa en parte el señor Montilla”).
Si Convergencia aceptara la lógica de la “causa común” se daría un paso adelante considerable, muchas cosas se convertirían en posibles y el panorama en Cataluña se clarificaría sustancialmente. Yo creo que la lógica de la “casa común”, la dialéctica de la confrontación entre “los de casa” y los “de fuera” (y no hace falta forzosamente que éstos hayan venido “del pueblo”), los intentos de instrumentalización y de apropiación partidista del catalanismo, llevan indefectiblemente a la división, a la confusión y al debilitamiento de Cataluña. Y creo, en cambio, que la lógica de la “causa común” tiene unas posibilidades extraordinarias para hacer valer los objetivos, justos y compartibles, que el documento de Mas plantea: la vocación mayoritaria del catalanismo, la transformación social, la mejora de las condiciones de vida, la regeneración democrática y la proyección de Cataluña en Europa y en el mundo. Habrá que ver cuál de las dos lógicas prevalece en la oposición y, más en general, en el futuro de nuestra vida colectiva.
Categorias: General, Política catalana | 1 Comentario »
Enero 19th, 2009 at 20:33
[...] escribí un artículo al Avui saludando el proyecto, y lo comenté también en este bloc (”Casa común o causa común“, septiembre de [...]