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EL PSC QUE QUEREMOS (Un documento de trabajo de Nou Cicle)
Publicado por Raimon Obiols | 24 Mayo, 2011
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El partido del futuro
1. En las aportaciones al actual debate socialista hay una coincidencia bastante amplia, no sólo sobre la necesidad de una renovación sino sobre las características deseables del PSC del futuro. Una compañera las resumió en un artículo: el nuevo PSC, escribía, debe ser “amable, digital, moderno, joven, abierto, de izquierdas, catalanista, global, social e innovador”. [i]
Son objetivos que compartimos. Se trata de desarrollarlos concretamente, de traducirlos en propuestas a realizar. Esto requiere una renovación ambiciosa y efectiva.
En el otro extremo, tenemos claro el modelo de partido que rechazamos. Es el descrito por el responsable de un partido europeo: “De cada cuatro afiliados, uno es un cargo electo, dos trabajan a su servicio, y el cuarto es un militante”. Un partido socialista no puede reducirse a una tecnoestructura profesionalizada, donde se organizan jerárquicamente personas que hacen o quieren hacer “carrera política”.
Esta deriva ignora la importancia vital que tiene, para todo partido socialista, la militancia social, la participación de ésta en la vida del partido y la función de la sociedad civil en una estrategia general de cambio.
La cuestión que se plantea, entonces, es cómo avanzar en una dinámica efectiva que nos acerque al modelo deseado y evite lo que rechazamos.
2. El congreso del partido debe tomar acuerdos para avanzar hacia el modelo que deseamos. Pero los acuerdos congresuales no significan una solución automática. Hacen falta, además, otras dos cosas: 1 / El convencimiento colectivo sobre los cambios a introducir y las rutinas e inercias a superar, 2 / Un proyecto concreto, inteligente y dinámico, de innovaciones a realizar progresivamente, entre todos y todas, utilizando a fondo toda la generosidad y la energía plural del partido.
El Congreso del PSC debe ser un punto de partida que defina los objetivos, instrumentos, proyectos y métodos de la renovación. A partir de esta hoja de ruta debemos poner toda nuestra inteligencia colectiva y toda nuestra energía al servicio de un “nuevo comienzo” del PSC.
El objetivo central debe ser que el partido se convierta en una gran organización sociopolítica del siglo XXI, con los proyectos, métodos e instrumentos que requieren los retos y tendencias actuales, en un período de crisis y de transición hacia una nueva época y hacia una nueva política.
El reto de una nueva política
3. En nuestro país, en Europa y en el mundo estamos viviendo una crisis económica, política, social y ecológica. La inquietud económica y el malestar social y político están creciendo. La gente percibe la reducción de los márgenes de acción de los gobiernos frente al poder global de los mercados financieros. Ante la omnipotencia de la economía global sobre la política democrática se genera una crisis de confianza, estimulada por los poderosos.
La antipolítica que estos fomentan quiere inhabilitar la participación de la ciudadanía, paralizarla, hacerla apática e incapaz de actuar en los asuntos públicos.
La distancia entre sociedad y política aumenta también debido a lógicas partidistas desarraigadas, aisladas de una sociedad que contempla el espectáculo de la política mediatizada y se exaspera ante la denigración permanente entre los contrincantes electorales.
4. Pero, al mismo tiempo, la crisis genera nuevas energías y percepciones en la sociedad. Aumenta la conciencia de que la salida de la crisis no significará un retorno a la situación anterior, sino una transición hacia una nueva época.
Crece el anhelo de nuevas respuestas contra la omnipotencia de las finanzas globales, contra la manipulación mediática de los poderosos, contra la corrupción y la confiscación de la política en pocas manos, en nombre de soluciones tecnocráticas o de emociones identitarias.
Crece la convicción de que la superposición de las crisis actuales – económica y social, ecológica y política – podría significar una grave regresión, en términos de fractura social, inseguridad, deterioro de la democracia, exacerbación populista y autoritarismo, si no se generan las respuestas adecuadas .
5. Estas respuestas no pueden venir sólo de la indignación y de la protesta, por necesarias que éstas sean, ni tampoco de la retórica de las falsas soluciones simplistas, sino de la formación de mayorías conscientes que impulsen programas viables de progreso. Estos programas necesitan nuevos instrumentos y nuevos métodos de organización y acción.
Necesitamos estructuras más eficientes y abiertas, que piensen e impulsen la transformación de la sociedad en sintonía con sus energías y tendencias más positivas. Necesitamos una reapropiación cívica de la política como condición esencial del proyecto socialista. Debemos desarrollar nuevos modelos de organización, acción y comunicación, capaces de pensar, acompañar y orientar los cambios, en sus dimensiones económica y social, cultural y ecológica, no sólo política.
Por eso la innovación radical de las formas de organización, comunicación y acción políticas es un reto urgente y fundamental.
Hacia un gran partido sociopolítico del siglo XXI
El PSC debe convertirse en una gran organización sociopolítica, capaz de realizar plenamente una función social y cultural, sin la cual no hay ni suficiente legitimidad ni suficiente fuerza para el impulso de las transformaciones necesarias.
Esto no significa menos organización. Necesitamos más organización pero mejor organización. El modelo que debemos desarrollar no puede ser el de los partidos de aparato, concebidos en un pasado ya remoto. Tampoco puede ser el de los partidos-empresa de la derecha, que externalizan sus acciones, mensajes y campañas, otorgando a menudo un cheque en blanco, provisional y condicionado, al líder instrumental de turno.
Ambos modelos tienden a producir el vaciamiento de los partidos, reducidos a máquinas al servicio de las campañas electorales, de las tácticas más contingentes y inmediatistas, divorciadas de toda reflexión estratégica y de toda participación deliberativa.
6. Nuestro modelo se desarrollará, en cambio, con el objetivo de fomentar la participación masiva de voluntarios y voluntarias activos, organizados y autoorganizados. Esto exige también un conocimiento máximo y una eficiencia “profesional” en el terreno organizativo y en los terrenos del activismo social, la batalla de ideas y la comunicación de masas.
Pero nuestra organización y nuestros proyectos deben ser siempre de software libre, de código abierto, con la participación colectiva del conjunto de afiliados y voluntarios. Si no es así, se tiende a la privatización de la política y el juego estéril de la competición de poder como lógicas dominantes.
Necesitamos una organización que respete y ponga en valor la pluralidad y la singularidad de sus componentes. Sólo así desarrollaremos una organización más numerosa, multiforme, abierta y flexible, más activa dentro de la sociedad, enriqueciéndose continuamente con la vitalidad de las preocupaciones y experiencias que se dan en esta, una organización presente y activa en todos los territorios y sectores , impulsora de la revitalización democrática y de la transformación social, ejerciendo la doble función complementaria de politizar la sociedad civil y de dar sentido cívico a la política democrática.
Tenemos que hacer del PSC una gran herramienta de revitalización cívica y democrática de Cataluña, capaz de asegurar la presencia del socialismo en la sociedad civil y la presencia de ésta en el partido.
7. Dar prioridad a la dimensión sociopolítica y cultural del partido significa hacer algo más que un partido político a la manera tradicional.
Para agregar y activar mayorías sociales, políticas y electorales y asumir el reto del gobierno de las instituciones, el partido debe ser una organización estructuralmente abierta al diálogo, la cooperación y las alianzas con la sociedad civil, elaborando sus programas y estrategias de manera que los afiliados, simpatizantes y electores en general los conozcan y comprendan, los sientan como una causa común y dispongan, pues, de los medios para ser actores e impulsores.
Esto exige maneras de hacer y métodos adecuados para generar constantemente ideas y proyectos, establecer sinergias, incrementar la inteligencia colectiva y reforzar una comunicación efectiva. Exige hacer del partido una fábrica de ideas, un vivero de propuestas, debates e iniciativas.
Si el partido quiere vencer la batalla de la esperanza contra el fatalismo, de la emancipación humana contra los poderes fácticos de todo orden, de la responsabilidad moral y política contra el cinismo, de la democracia contra la antipolítica, del estado social contra el sálvese quien pueda, de la razón contra el populismo, de la igualdad contra la selva social, si el partido quiere vencer en esta batalla decisiva del tiempo presente, debe ser capaz de convertirse en una fábrica de ideas y una herramienta en favor de las iniciativas sociales. El partido debe articular, a través de la deliberación colectiva, su visión y su programa de transformación social, democrática y ecológica de la sociedad.
8. Esta necesaria transformación sólo será fecunda si se promueve no sólo desde las instituciones de la política democrática sino también, cada vez más, desde la misma sociedad civil. La promoción de la democracia económica, el control democrático de la transición medioambiental, el desarrollo del tercer sector y de las cooperativas, la fiscalidad justa, la justicia en la redistribución del trabajo o la banca ética, son objetivos de futuro que requieren una nueva función social y cultural del socialismo.
El camino de la innovación
9. No se avanza sin arriesgar y lo peor sería resignarse a la rutina. Debemos ser conscientes de que los partidos actuales se basan en un modelo organizativo heredado del siglo XIX, tienen programas en buena parte del siglo XX y están enfrentados a retos del siglo XXI. Mantener modelos del pasado sin cambios radicales significaría resignarse a formas cada vez más anacrónicas y menos efectivas, eventualmente contradictorias con nuestros principios y objetivos.
El camino a emprender es el de una evolución orgánica, consciente y dinámica, hacia un nuevo tipo de organización, un despliegue evolutivo hacia un gran partido sociopolítico de los y las socialistas de la Cataluña del siglo XXI.
Esta evolución se debe verificar con ambición y progresivamente. Un partido no se improvisa y el PSC es fruto de una larga historia. Para hacerlo eficaz ante los retos que tenemos delante, hay que tener muy claro qué nos proponemos y cuál es la manera de llegar.
Cuando hablamos de innovación radical no queremos decir que hay que cambiar todo. Se trata de efectuar progresivamente los cambios orgánicos y políticos necesarios, con proyectos planeados y realizados a corto, medio y largo plazo, sin improvisaciones y en una evaluación permanente.
10. Hay la ambición de un nuevo comienzo, de acuerdo con los valores y principios que nos sustentan y con los objetivos emancipadores del socialismo. No podemos aceptar ni un modelo burocrático y oligárquico, ni un modelo tecnocrático, empresarial, externalizado. Tenemos que generar una dinámica amplia, horizontal y participativa que huya de la verticalidad y el monolitismo y sepa adaptarse a una sociedad más individual, plural y reticular, más reticente a las consignas y los partidismos cerrados.
Las propuestas
11. La demanda de participación, información y formación es generalizada. Debe ser garantizada y atractiva, estimulada de manera eficiente; debe tener una concreción organizativa. El partido debe desarrollar una función colectiva que revitalice el debate político, de ideas y proyectos, capaz de suscitar la participación de todos los que, dentro y fuera del partido, comparten unas mismas aspiraciones.
12. El nuevo PSC debe ser un proyecto que se organiza. Su estructura organizativa debe actuar en función de proyectos. Los órganos de dirección y ejecución se organizarán prioritariamente a partir de fines específicos, discutidos, aprobados e implementados en los ámbitos correspondientes.
13. La organización local y territorial representa una fuerza extraordinaria que hay que hacer crecer. Las agrupaciones locales deben tener la máxima autonomía. Las federaciones territoriales deben responder a una lógica de abajo a arriba; velarán prioritariamente por la coordinación, la dinamización interna y la expansión y apertura de la organización.
14. Hacen falta organizaciones temáticas, operativas y extendidas en toda Cataluña. Esto plantea potenciar la organización en red del partido, movilizando y agregando personas y grupos en función de afinidades sectoriales. Es necesaria la potenciación de fuertes federaciones temáticas del partido, dotadas de medios autónomos y adecuados. En función de sus efectivos, estas federaciones temáticas deben alcanzar un peso orgánico equiparable al de las federaciones territoriales.
15. Tanto la acción política representativa como la acción política en la sociedad son fundamentales y inseparables en el proyecto socialista. A la larga, la función de representación democrática no es viable sin la acción en la sociedad. Se debe garantizar y estimular una presencia activa, en el partido y sus órganos dirigentes, de miembros activos en la sociedad: trabajadores, profesionales, emprendedores, mujeres y hombres, jóvenes y viejos. Hay que impulsar una “cuota social” en los organismos del partido, como impulsamos en el pasado la cuota femenina hasta llegar a la paridad.
16. La exigencia de nuevos análisis y nuevos programas no debe hacernos dudar de que el relato de la izquierda es de una actualidad creciente. Hay que ganar la batalla de las ideas y de las narrativas.
En una sociedad hipermediatizada, la derecha domina de manera creciente una comunicación que no tiene por objetivos la transmisión de informaciones y propuestas, o la deliberación democrática sobre las decisiones, sino la propaganda negativa y la instrumentalización emotiva de los electores, considerados como un público manipulable .
17. Debemos tener la ambición de crear nuevas formas de transmisión de nuestras ideas, razones, propuestas, historias y emociones, pensando sobre todo en las nuevas generaciones digitales y en la ciudadanía que no acepta la manipulación mediática y política. En buena medida es en este terreno que se decidirá nuestro futuro y, mucho más importante, el de nuestro pueblo.
Debemos renovar, mejorar y aumentar nuestros instrumentos y métodos de comunicación. Deben ser herramientas de elaboración y difusión de nuestro relato político e ideológico, con mensajes potentes, críticos, propositivos y emotivos, capaces de incidir en las percepciones y reacciones políticas y sociales de toda la ciudadanía. El “Endavant” debe ser el órgano político de referencia, leído por el conjunto del partido y de su entorno, con contenidos fundamentados, analíticos y propositivos, bien documentados, con ideas vivas, expresadas con talento y calidad. Nuestra comunicación no puede ser sustituida por el recurso resignado a formas de publicidad banalizada.
18. Internet y las redes sociales son, en este terreno, una bendición del cielo. Con una gran variedad de e-soportes (blogs, facebook, twitter, lip dubs, etc.), Los y las activistas on line pueden llegar a un público que no asiste a las dinámicas políticas clásicas o en las campañas electorales. En Twitter la gente nos puede descubrir a través de hashtags sobre cuestiones que les interesan y pueden así seguir en contacto con nosotros. Facebook y los blogs activos tienen unas posibilidades de difusión y redifusión extraordinarias.
Hay que mejorar las páginas web del partido, evitando un formato corporativo, clásico y unidireccional y asegurando su utilidad política y práctica, la calidad, la difusión y la facilidad de acceso al archivo documental. Hay que desarrollar cualitativa y cuantitativamente, con la máxima sinergia posible, nuestra presencia en Internet y en las redes.
Hay que estimular, enriquecer y diversificar la prensa digital de carácter socialista y progresista. La actividad en la Red debe servir de apoyo participativo de nuestros debates y de herramienta fundamental de difusión, convocatoria y movilización en torno a los planteamientos y propuestas socialistas.
19. Crece la conciencia de que muchos de los retos de la crisis global deben tener respuestas europeas. Hoy, en Europa, hay una mayoría conservadora, pero la fractura y el malestar social aumentan. Con modalidades diferentes, es posible que movimientos como los de la “primavera árabe” se desarrollen también, en los próximos años, en países europeos. Hay que preparar sin dilaciones el próximo ciclo progresista en Europa. Nuestro referente europeo, supraestatal, es el PSE. Tenemos que hacerlo un sujeto político visible y presente en Cataluña, dando a conocer ampliamente sus posiciones e iniciativas. Esta no puede ser una actividad más del partido, de carácter sectorial o especializado, sino que debe situarse en el centro de nuestra actividad política. Tenemos que ser más que nunca un partido europeísta y cada vez más un partido europeo: nos va la viabilidad de nuestros objetivos estratégicos.
20. El documento del “doble llamamiento” que Nou Cicle hizo público el pasado febrero propone la renovación del PSC y la construcción de una alianza progresista en Cataluña en el horizonte del 2014, con objetivos enlazados y complementarios en los próximos tiempos. El congreso del partido debería acordar el impulso de un movimiento de base para la Alianza de progreso, con la sociedad civil progresista y con grupos políticos afines, sobre la base de la experiencia germinal de la Conferencia abierta “Catalunya causa común”.
21. Toda organización conlleva relaciones de poder y todo cambio se enfrenta a inercias. La mejor manera de proceder es generar el convencimiento compartido que es necesaria una innovación inclusiva, que optimice la energía del conjunto del PSC. Queremos un ancho acuerdo congresual para alcanzar, entre todas y todos, los siguientes objetivos:
- Rejuvenecimiento y renovación de los órganos de dirección y ejecución, que deben representar la riqueza plural del partido.
- Plena dedicación y trabajo por proyectos de los miembros de la ejecutiva nacional, con cuatro objetivos prioritarios: 1) innovación organizativa, 2) interactividad permanente entre partido, sociedad civil y mundo de la cultura, 3) modernización y expansión de nuestra comunicación, 4 ) construcción de una alternativa mayoritaria en Cataluña.
- Funcionamiento de la ejecutiva nacional sobre la base de proyectos y objetivos, en cinco grandes áreas agregando responsabilidades: 1) política y parlamentaria, 2) cultura y comunicación, 3) democracia local, 4) dinamización interna y externa, 5) estudios y documentación .
- Fuerte impulso a las organizaciones temáticas y sectoriales.
- Generación de un movimiento de base para la Alianza de Progreso, en el horizonte del 2014, con una participación protagonista de la sociedad civil. [ii]
22. Es más fácil repetir lo de siempre que no innovar y cambiar. Necesitamos un nuevo proyecto colectivo, innovador, participativo, enérgico, abierto. Habrá que impulsarlo tenazmente entre todas y todos, con generosidad, inteligencia y ambición. Habrá que imaginar, pensar, discutir, experimentar, arriesgar, rectificar a través de la acción, encontrar respuestas nuevas, alcanzar nuevos objetivos. Debemos ser conscientes de que la mayoría progresista de Cataluña lo pide.
Si queremos, podemos.
Asamblea de NC en Saifores, mayo de 2011
[I] [i] Laia Bonet explicaba así las características que propone para el PSC:
1. Amable. Acogedor y atento. Un PSC que escuche y sea humilde. Nuestro estilo debe hablar por sí mismo. Las formas son los fondos. Y un reflejo auténtico y creíble de nuestra propuesta. Por este lado hemos perdido sensibilidades y conexión con la ciudadanía. Un PSC feminizado en personas y actitudes.
2. Digital. Profundamente abierto a la comunicación digital. Organización, comunicación y creación de valor en red. Los temas de la sociedad digital, la nueva sociedad, como gran fortaleza política.
3. Moderno. De la modernidad, de la cultura, del conocimiento. Próximo a los creadores de nuevos lenguajes. Un PSC que combata el conservadurismo mental, cultural, estético … y político. No podemos gobernar Cataluña si no representamos la modernidad. No hay progreso sin justicia, pero tampoco sin modernidad. Y nos hemos quedado anticuados … mentalmente.
4. Joven. Han envejecido los militantes, los votantes y los simpatizantes del partido y necesitamos conectar con toda la sociedad. Hacen falta jóvenes y temas jóvenes. La renovación no es sólo juventud … pero para ser la oposición cuatro o quizá ocho años y reconstruir una alternativa necesitamos continuidad, perseverancia y resistencia.
5. Abierto. Es necesario ensayar nuevas fórmulas de acción y colaboración políticas. Tenemos que buscar causas o puntos de encuentro, más que casas e ideologías. Un PSC abierto a los sectores dinámicos de la sociedad ya nuevos temas que afectan la vida de la gente: obesidad, soledad, miedo, salud mental … Un PSC híbrido, transversal y plural.
6. De izquierdas. Un país de izquierdas, sí, y un partido capaz de entenderlas todas. Y trabajar con todas. Necesitamos un polo progresista en Cataluña. Y participar, a fondo, de la reflexión de los grandes temas de la socialdemocracia y de los temas nuevos de la política emergente que está en los márgenes de los partidos y los sindicatos.
7. Catalanista. En el marco de una España federal. Pero ahora más que nunca son necesarios gestos de refuerzo del federalismo. De otro modo, el discurso del federalismo nos deja huérfanos. Bilateralidad real y multilateralidad en las relaciones políticas e institucionales. Somos una nación y somos otro partido. Empezamos a construir coherentemente.
8. Global. Que hable de lo que pasa y lo que importa en el mundo: Wikileaks o Cancún. Ningún tema importante debe sernos ajeno. Europa en el corazón, pero, al fin, el mundo global. Y los pies en el suelo y clavados en los problemas de la gente.
9. Social. De las nuevas fracturas sociales. Un PSC de defensa de los derechos de los más vulnerables. Un PSC que hace del combate contra la discriminación, la pobreza y la marginación su sentido más íntimo. Trabajadores y capas populares, sí, pero, sobre todo, gente sin futuro, horizonte y oportunidades.
10. Innovador. La nueva economía. Del talento, los emprendedores. Un PSC que hará una alianza para la gobernabilidad democrática, social y sostenible con los empresarios, los emprendedores y los creativos más lúcidos. Un PSC que impulsa la responsabilidad social corporativa y la ética en el mundo de los negocios más que un país business friendly.
El texto completo del artículo, aparecido en El Periódico, en http://www.noucicle.org/lhora/?p=3359 .
[ii] Ver el documento de Nou Cicle “Por una alianza de progreso”, mayo de 2011.
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