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« Neocons » a la francesa
Publicado por Raimon Obiols | 28 Abril, 2007
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Invitados por el semanario protestante «Réforme» y la revista neoconservadora «Le meilleur des mondes», una decena de intelectuales, politólogos y filósofos franceses debatieron, el pasado jueves, sobre la pugna entre las dos candidaturas a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Las posiciones estuvieron repartidas, como era de esperar. La nota la marcó André Glucksmann, antiguo militante maoísta, que manifestó su apoyo al candidato de la derecha. «Si voto a Sarkozy», dijo, «es por razones de izquierda».
Glucksmann es un testigo extremo de un fenómeno más general, que Didier Eribon, antiguo periodista del «Nouvel Observateur» y actualmente profesor de filosofía en Berkeley, ha estudiado en un libro reciente («D’une révolution conservatrice et de ses effets sur la gauche française», ed. Léo Scheer, 160 p., 15€). Este fenómeno es el desplazamiento hacia la derecha, a lo largo de los últimos veinte años, de la vida intelectual francesa.
A lo largo de estos dos decenios, dice Eribon, “La gente que tenía veinte años en mayo de 1968 llegan a lugares de responsabilidad y efectúan una especie de reconversión profesional de su compromiso militante: se convierten en periodistas, publicitarios, consejeros en estrategias empresariales, o entran en gabinetes ministeriales. Renuncian a su fervor crítico y se reconcilian con el orden. Grupos de universitarios” dice Eribon, “ofrecerán a esta mutación global una forma discursiva”.
Eribon menciona, como un ejemplo arquetípico, François Furet, especialista de la Revolución francesa y antiguo comunista: «Creando el Instituto Raymond Aron, es a la vez un síntoma y un actor de esta evolución. Escribiendo tanto en el «Nouvel Observateur» como en la revista «Commentaire», trata de borrar la frontera entre la izquierda y la derecha».
Eribon dice que Furet y sus amigos «han tratado de aclimatar en Francia el movimiento neoconservador americano» y menciona algunas de sus temáticas características: «Un pensamiento de la nación y de la unidad nacional ha reemplazado el pensamiento en términos de desigualdades sociales y de clivajes sociales y políticos. Un pensamiento del individuo que tiene que delegar su libertad a la autoridad política ha reemplazado el pensamiento en términos de grupos sociales y de movilizaciones sociales». La máxima de Furet es «Hace falta aceptar el mundo tal como es» …
El chiste es fácil, lo reconozco, pero a propósito de Glucksmann y de todos aquéllos que «por razones de izquierda» avalan Sarkozy y ponen en riesgo una victoria de Ségolène Royal, hay que observar que en francés “neocon” equivale a «neoconnard», es decir, a «neo-torrecollons» en catalán, o a «neo-gilipollas» en castellano.
Raimon Obiols
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