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    Una “idea modesta” contra la abstención

    Publicado por Raimon Obiols | 1 Julio, 2007


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    A propósito de las cifras inquietantes de abstención en las últimas elecciones municipales (especialmente en Cataluña, y más concretamente en Barcelona), Francesc Trillas ha enviado una nota bien interesante al magazine on-line de Nou Cicle, que recomiendo leer. Se titula «Una idea modesta para combatir la desafección política».

    «A raíz de las elecciones municipales se ha hablado mucho de la abstención y de la crisis de la política y los partidos con que parece estar relacionada con ella», escribe Trillas, que piensa que «en realidad, es mucho más fácil atribuir la abstención a esta crisis genérica y vaga que encontrar soluciones».

    Trillas es escéptico sobre los resultados que puedan obtener los estudios de los expertos que encargan algunas instituciones: «Como el problema tiene todas las características de un problema de solución incierta y multidimensional, dudo mucho de que los análisis a partir de encuestas y comisiones de expertos encuentren el remedio adecuado. ¿De hecho, si son expertos en este tema, por qué no han encontrado aún la solución?».

    Propone una iniciativa práctica: poner en marcha un banco de experiencias contra la abstención. Se trataría de que algún partido (él se refiere particularmente al PSC) convoque un banco de experiencias micro-locales para combatir la abstención, estimulando y poniendo en marcha experiencias concretas en distintos barrios y localidades. Podrían presentar propuestas «las agrupaciones del partido, grupos de jóvenes, asociaciones, incluso expertos académicos (así podrían poner en práctica su pericia). Las propuestas escogidas recibirían financiación del partido para poner en marcha su propuesta durante un periodo de 18 o 24 meses, y una vez transcurrido este periodo la experiencia sería evaluada y en función de la evaluación tendría continuidad o no».

    «No se trata aquí de anticipar las propuestas que se podrían presentar (la imaginación debería primarse fuertemente)», concluye Trillas, «pero podrían ir desde reunir grupos de jóvenes escalera por escalera, hasta contactos personales del alcalde con núcleos de abstencionistas; pasando por campañas de puerta a puerta hechas con tiempo y contacto previo con las personas a visitar; o presupuestos participativos para temas concretos; o experiencias utilizando las nuevas tecnologías vinculadas a Internet; o abrir los locales de las agrupaciones del partido para reuniones con grupos con problemas específicos; o recuperar militantes pasivos del partido para que se conviertan en agentes contra la abstención; o someter las políticas del ayuntamiento en un barrio a un examen participativo y riguroso a cambio de un compromiso de ir a votar el día de las elecciones».

    Tiene razón Quico Trillas cuando alerta de la posible inutilidad práctica de las discusiones genéricas o de los estudios de los expertos. En la medida que el fenómeno de aquello que acertadamente llama «desafección política» (de la que la abstención y el voto en blanco serían la sintomatología alarmante) es «un problema de solución incierta y multidimensional», la realización de estas experiencias concretas y prácticas que propone Trillas podría ser una iniciativa interesante.

    Categorias: General, Política catalana, Política española | Sin Comentarios »

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