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Mañana empieza el Consejo europeo
Publicado por Raimon Obiols | 20 Junio, 2007
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Un día antes del inicio del Consejo europeo que se reunirá en Bruselas, hay dos realidades en marcha, funcionando activamente: una en superficie y otra a puerta cerrada. Como sucede en tantos otros asuntos, no únicamente políticos, aquello que se dice de puertas afuera no coincide forzosamente con aquello que se expresa en confianza.
Externamente, los gobiernos hacen exhibición de musculatura y tienden a endurecer el discurso. Otra cosa es lo que sucede en “pequeño comité”. A muchos, por ejemplo, nos habría gustado estar en la reunión de los sherpas de los jefes de estado y de gobierno, ayer en Bruselas. Pocas cosas se han filtrado. Los representantes de los 18 países que han ratificado el Tratado constitucional pusieron de manifiesto su “real voluntad de compromiso”, e hicieron gala de sus “concesiones” (por ejemplo en materia de símbolos de la Unión) siempre y cuando todo el mundo haga prueba de flexibilidad y se mantengan los elementos centrales del Tratado, entre los cuales está la Carta de derechos fundamentales. El Reino Unido y los Países Bajos se oponen a que el texto integral de la Carta forme parte del Tratado, pero parece que estarían dispuestos a que en el texto del “Tratado simplificado” haya una referencia a la Carta y a su carácter vinculante.
El domingo, la ministra polaca Anna Fytoga intervino largamente para explicar las razones por las que su gobierno considera “inaceptables” los criterios acordados de doble mayoría. Volvió a plantear la fórmula polaca de reparto de los votos mediante la fórmula de la raíz cuadrada del número de habitantes (en millones) de cada Estado Miembro. Es una fórmula que, sorprendentemente, está ganando algunos adeptos (François Bayrou el último, que ha dicho que “las propuestas polacas no son idiotas” y ha hablado de ello con Sarkozy). Pero casi todo el mundo considera que la proposición polaca es extemporánea, es decir planteado demasiado tarde, fuera de tiempo. El ministro checo de asuntos europeos, Alexandr Vondra, ha hecho unas declaraciones de tibio apoyo a los polacos: “No queremos ver a Polonia aislada. Tenemos que encontrar un compromiso que no sea una capitulación polaca. Haría falta un compromiso en el que nadie muriera”, dijo, haciendo alusión a las declaraciones del primer ministro a Kaczynski en las que se mostró dispuesto a “morir por la raíz cuadrada”. Una posible vía de compromiso podría ser, además de las que apunté en una nota anterior, retrasar durante un tiempo la entrada en vigor de la doble mayoría.
Frank-Walter Steinmeier ha alertado sobre las pésimas consecuencias de un fracaso del Consejo: “Si no hay compromiso, todo el mundo perderá, la Unión europea y todos los países miembros. No habrá ganador”, dijo el lunes en Luxemburgo. Pero tanto su gobierno, como los de Francia, España, Italia y otros países, han dicho que preferían un fracaso del Consejo a un mal acuerdo. La cuestión es como ponerse de acuerdo sobre cuáles son las concesiones posibles, de unos y de otros, y cuáles son los elementos irrenunciables, sustanciales, que distinguen un “buen acuerdo” de un “mal acuerdo”. A finales de semana, más allá de los indicios y rumores de estos momentos, tendremos todos los elementos encima de la mesa, cuando concluya el Consejo europeo que empieza mañana.
Categorias: General, Parlamento europeo, Política europea | 1 Comentario »
Junio 21st, 2007 at 16:49
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