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¿Moralizar el capitalismo?
Publicado por Raimon Obiols | 8 Febrero, 2009
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Estos días se habla de introducir moral en el capitalismo. Obama ha exigido a los dirigentes de los bancos salvados por el Estado que sus remuneraciones no pasen los 500.000 dólares. Sarkozy ha pedido también que los banqueros franceses renuncien a sus primas. Corbacho acaba de pedir a los directivos españoles que se congelen el salario. En una situación de crisis, en la que millones de personas han pasado ya al desempleo, es lo mínimo.
Estos días, entre los que se oponen a estos umbrales “morales” o legales de las altas (altísimas) remuneraciones, se ha puesto de moda citar a Adam Smith: “Sobresalir en una profesión en la que muy pocos alcanzan el nivel de la mediocridad es la marca más decisiva de lo que llamamos el genio o el mérito superior… En una profesión en la que veinte personas fracasan por cada una que tiene éxito, ésta tiene que ganar todo lo que habrían ganado juntos los veinte que fracasan“.
Eso está muy bien y estaría dispuesto a aceptarlo (con reservas que no hacen al caso) en el caso de la excelencia en el campo de las ciencias, de las artes o incluso del deporte profesional. Que escritores, artistas plásticos, actores, intérpretes o jugadores de baloncesto de alto nivel ganen mucho dinero tiene una lógica. ¿Pero los “traders“? ¿Los que han estado gestionando los “hedge funds“, estos fondos especulativos con estrategias de inversiones agresivas, especulativas, en busca de enormes beneficios a corto término?
El asunto Madoff, con un fraude de 50.000 millones de dólares, ha rematado la mala reputación que ya tenían. Pero no totalmente: dicen que a pesar de la gravísima crisis de los mercados financieros, a pesar de los cracks en la bolsa, hay una minoría de “hedge funds” (un 10% más o menos) que están obteniendo resultados espectaculares.
Es el caso del americano John Paulson, el “sultán de las subprimes” que, aconsejado por el antiguo presidente de la Reserva federal, Alan Greenspan, ha obtenido un rendimiento del 19% (hay que decir que el año 2007, el beneficio había estado del 590%. ¡Especulando justamente sobre el derrumbe de los créditos hipotecarios!).
Para especular al alza o a la baja en un mercado, poco importa la salud de la economía. Para algunos, la crisis, con su volatilidad, sus dislocaciones, representa una oportunidad. Aunque eso precipite más la crisis. Pedirles moralidad sería un ejercicio condenado a la melancolía.
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