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PSC federalista, PSC federador
Publicado por Raimon Obiols | 27 Junio, 2008
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Resulta obvio decir que el federalismo es un rasgo característico de la cultura y del proyecto del PSC. Pero quizás sería más apropiado decir que no es tanto el federalismo como doctrina, sino la idea y el método de la federación, en los distintos ámbitos de su acción (y no sólo como idea de modernización del Estado), lo que constituye el carácter más sustancial del PSC.
En este sentido, más que federalista, sería más exacto decir que el PSC ha sido (y tiene que seguir siendo cada vez más) un partido federador. No se trata de jugar con las palabras. Se trata de tener en cuenta algunas cosas muy importantes, pensando en el pasado y sobre todo en el futuro del partido de los y de las socialistas de Cataluña.
De cara al pasado, conviene tener presente que el PSC federó el socialismo catalán, uniéndolo en un solo partido, que se ha convertido en el principal partido de Cataluña. Conviene tener presente también que su función federadora se ha ejercido en los treinta últimos años en el terreno, más de fondo, de la unidad civil del pueblo de Cataluña, contribuyendo junto con otros grupos federadores de la izquierda política y social (los sindicatos UGT y CCOO, especialmente) a hacer realidad los lemas de “somos y seremos un solo pueblo” y “la lengua no nos dividirá“. Esta función de socialización federadora ha contrastado con las tendencias de signo contrario que han existido también en la política y la sociedad catalanas, y que apuntaban más hacia objetivos de compartimentación, patrimonialización o instrumentalización de los sentimientos de identidad existentes a Cataluña.
En tercer lugar, una función federadora del PSC ha consistido en mantener un objetivo estratégico permanente de alianza de las fuerzas catalanistas de progreso (en los ayuntamientos, en la Generalitat, etc.). Con expresiones diferentes a lo largo del tiempo (“mayoría nacional y de progeso“, “Tripartito”, “Entesa”, “mayoría catalanista y de izquierdas”, etc.), pero con unos planteamientos de alianzas y de programas coincidentes, este objetivo federador ha sido impulsado por el PSC como un elemento sustancial de su estrategia política en Cataluña.
Es básicamente por estos tres motivos (unidad política de los y de las socialistas; unidad civil del pueblo de Cataluña; unidad catalanista de progreso), que se puede hablar propiamente del PSC como partido no genéricamente federalista sino concretamente federador.
Ahora, de cara a los próximos años, esta función federadora del PSC debe aplicarse a nuevos retos.
El primero (probablemente el más trascendental en términos históricos) es el de federar (“agrupar democráticamente para un fin común“) a los hombres y mujeres migrantes, venidos de otras tierras, en la sociedad catalana, manteniendo los objetivos de la unidad civil del pueblo de Cataluña, su progreso y sus libertades.
El segundo es el objetivo (también estratégicamente decisivo) de federar sociedad y política, evitando una deriva hacia la privatización y el extrañamiento entre el conjunto de la ciudadanía y las instituciones e instrumentos de la democracia. Eso implica una nueva agenda de renovación enérgica de las formas de la política democrática.
El tercero es el objetivo de federar las izquierdas políticas, sociales y culturales, en nuestro país e internacionalmente, con el fin de responder a los retos del siglo XXI (globalización, construcción de Europa, economía y sociedad del conocimiento, individualización social, nuevas desigualdades, etc). No está escrito en ningún sitio, en este sentido, que el proceso de unidad de los y de las socialistas de Cataluña esté históricamente cerrado: los nuevos movimientos y realidades sociales y culturales exigirán muy probablemente un gran esfuerzo de creatividad, imaginación e impulso de nuevas formas federadoras.
El cuarto objetivo es el de federar una mayoría de gobierno de progreso en Cataluña, que asegure la máxima eficacia y la máxima fuerza en el despliegue de nuestras libertades, de nuestras capacidades y recursos, de nuestra acción de autogobierno, y de nuestra solidaridad.
Es por estas razones (hay otras todavía) que me parece que hace falta pensar en el PSC como un partido esencial y concretamente federador, y no sólo desde una perspectiva de recapitulación histórica, sino pensando sobretodo en el futuro.
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