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Utopías
Publicado por Raimon Obiols | 25 Febrero, 2008
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“Utopía” es un término, creado por Thomas More en el siglo XVI, que significa literalmente “aquello que no está en ningún sitio”. More lo utilizó para referirse al ideal de una sociedad humana modélica, deseable por lo tanto, pero no alcanzable. Desde los tiempos de More, las utopías literarias y políticas se multiplicaron y también, sobre todo en el siglo XX, sus contrarios: las “distopías” o utopías negativas (la obra 1984 de George Orwell es quizás la más conocida).
Lo menos que puede decirse es que el siglo XX produjo una gran crisis de las utopías. En los primeros años del nuevo siglo se han visto sobre todo a través del prisma de las monstruosidades y tragedias del Holocausto, el Gulag y otras experiencias criminales de guerra total, violencia masiva y eliminación totalitaria de los “enemigos interiores”.
Más que cualquier análisis, la mejor descripción de este estado de espíritu finisecular ante la utopía de los testigos del siglo XX, entre la desolación y la nostalgia, se encuentra en el poema nombrado precisamente “Utopía”, de la Nobel polaca Wistawa Szymborska, que se puede traducir, inhabilmente, así:
“La isla donde encuentras finalmente la buena explicación. / Aquí te puedes apoyar en pruebas sólidas. / No hay otros caminos que los que llevan a casa. / Los matorrales se doblan por el peso de las respuestas. / Aquí crece el árbol de la Hipótesis Justa/ de ramas eternamente desenredadas./ El árbol de la Comprensión, luminosamente simple/ se levanta cerca de la fuente del ‘¡Así pues, era esto!’./ Cuanto más avanzas, más ancho se abre/ el valle de la Evidencia” (…)
“A la derecha, la caverna donde se refleja el sentido. / A la izquierda, el lago de la Convicción Profunda. / La verdad sube sin esfuerzo a la superficie. / Encima del valle, el Monte de las Certezas. / Pero a pesar de su encanto, la isla está siempre desierta, y las huellas que se encuentran en la playa/ van todas, sin excepción, hacia el mar. / Como si nadie hiciese otra cosa que marcharse de aquí/ para sumergirse sin retorno en el abismo marino. / En la vida inconcebible”.
Jay Winter, un historiador que ha dedicado muchos años a estudiar la historia cultural de la Primera guerra mundial y de los terribles conflictos de las primeras décadas del siglo XX, cree que no se tienen que abandonar las utopías a los asesinos, que hay que recordar también las visiones de los que vivieron los acontecimientos del siglo pasado luchando por causas justas, aunque a menudo fuesen derrotados y silenciados.
Winter dice que hay que separar nítidamente las catástrofes sanguinarias que significaron las “utopías mayores”, totalitarias, de un Hitler o de un Stalin, de aquello que llama “utopías menores”: los “momentos de posibilidad, de abertura, de esperanzas y de sueños raramente realizados, pero raramente olvidados” que caracterizaron también la historia del siglo XX.
Winter plantea así “la distinción entre las utopías mayores – proyectos centrados en el estado, en ingenierías sociales que casi siempre acaban en pesadillas – y las utopías menores, o proyectos que no están orientados a la erradicación total del conflicto social o a la construcción de una ciudad ideal, sino a transformaciones sociales, a hacer pasos en el camino hacia una sociedad menos violenta e injusta”.
En un periodo en el que las utopías vuelven, ésta antagonismo entre utopías es imprescindible. Las utopías, decía Martin Buber, son “imágenes del deseo”, en las que impera un afán por la justicia, una visión de “aquello que tendría que ser“. Se tienen que oponer, antagónicamente, a los sueños totalitarios (“El sueño de la razón produce monstruos“, decía Goya).
Winter dice que un mundo sin utopías sería un mundo sin sentido y sin futuro. Y añade: “Si Oscar Wilde viviera en nuestros tiempos, añadiría sólo una sola palabra a uno de sus aforismos: ‘Un mapa del mundo que no incluya utopías (menores) no vale la pena de ser consultado, porque no incluye el único país donde desea ir la humanidad. Y cuando la humanidad llega allí, mira más allá y viendo otro país mejor, reemprende el viaje”.
• Jay Winter, Dreams of peace and freedom, utopian moments in the 20th century, Yale University Press, New Haven&London, 2006.
• Martin Buber, Caminos de utopía, Fondo de Cultura Económica, , México 1966.
Categorias: General, Mundo, Socialismo | 1 Comentario »
Marzo 19th, 2008 at 7:10
Exelentes estos escritos que ayudan a la comprension y al entendimiento: de que un mundo, una sociedad sin utopias seria un mundo callendo en los abismos del terror y la masacre, de que un mundo sin utopias es un mundo destinado a la muerte. valla que importante saber la diferencia entre utopias mayores y utopias menores. gracias.